2.- LEYES DE
ARMONÍA.
Cada proceso
integrante del
fenómeno
madurativo
guardara en todo
momento la
debida
proporción entre
su propia
variación y la
de los sistemas
a los que esta
modificación
altera.
Las leyes de
armonía se basan
en unos
principios:
a) Principio
del impulso
vital: Todo
ser vivo y,
particularmente,
el ser humano,
sufre un impulso
de fuerza
variable, que
tiende a
impulsar
respuestas de
crecimiento
físico y
complejidad
funcional
creciente. En
cada individuo
es distinta.
b) Principios
del crecimiento:
Todos los
órganos del
cuerpo tienden a
crecer hasta un
punto marcado
por el nivel de
estimulación
y la
dotación
genética.
c)
Principio de
adecuación:
El estimulo debe
ser adecuado a
la madurez del
receptor y a la
complejidad de
su organización
final, es decir,
dependiendo de
cual sea la
función
encomendada a
ese órgano.
d) Principio
de complejidad
creciente:
Todo sistema
biológico tiende
hacia formas
progresivamente
más complejas.
En cada persona
es diferente.
e) Principio
del equilibrio
rítmico: En
todo proceso de
desarrollo
resulta
imprescindible
que todos y cada
uno de los
factores que
intervienen en
su realización
mantengan un
equilibrio en:
tiempo, espacio,
energía, fuerza
y
direccionalidad.
f) La
Motivación:
Como fuerza
psicológica
necesaria para
que el proceso
de desarrollo
tenga un final
funcional vital
y pleno.
3.- TRIADA DE TRABAJO TERAPEÚTICO (TTT)
Esta forma de trabajo terapéutico es el resultado de nuestra experiencia profesional y realizar un estudio de las diferentes investigaciones y teorías psicológicas.
Partimos del establecimiento de estos tres componentes como elementos básicos de la salud psicológica. Consecuencia natural de la propia estructura del cerebro a nivel psicológico y neurológico, los tres elementos se interrelacionan y se influyen mutuamente: realimentación. Por lo tanto, cuando se interviene en alguno de ellos de forma positiva (realimentación positiva) también se influye sobre los otros. De forma contraria la afectación negativa (realimentación negativa) de uno afecta también a los otros. |
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Por lo tanto, un niño/a que posea el equilibrio positivo de estos tres elementos evitará desarrollar las dificultades o problemas asociados a la psicología infantil. Cuando nos referimos al concepto de equilibrio no hablamos de un equilibrio perfecto, sino de un equilibrio natural. Consideramos, por tanto que aunque haya un porcentaje de desequilibrio en alguno de los elementos, este puede permitir tener una vida psicológica saludable.
Partiendo de esta premisa, la intervención terapéutica se realizará cuando la afectación de una o más áreas impida de forma evidente y normalizada el desarrollo de una vida equilibrada.
Equilibrio emocional
Este elemento corresponde a todos los aspectos que se relacionan con la esfera emocional del niño o de la persona. La representación de la salud la determina el equilibrio en la expresión y gestión natural de las emociones.
Aceptación propia
Este hace referencia de forma especifica a la aceptación positiva de la autoimagen; integrando los aspectos positivos y negativos de la propia persona y los relacionados con sus modelos de referencia, en su imagen psíquica.
Madurez
Este nos permite plasmar cuales son las estrategias naturales que posee el niño para enfrentarse y superar las dificultades propias del desarrollo vital de manera constructiva. Cuando estas estrategias son deficientes o no cumplen su función se genera un desequilibrio generando diferentes tipos de problemáticas. Por lo tanto, el equilibrio se establecerá cuando se construyan nuevas herramientas que solventen de forma satisfactoria las dificultades.
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